lunes, 16 de mayo de 2011

La Federación entrega veinte equipaciones y material para el torneo

Desde hace tres años la relación entre la Federación Murciana y el centro penitenciario es muy estrecha. Además de apoyar la celebración del torneo, esta temporada ha visto la luz la primera hornada de árbitros que han realizado un curso de capacitación arbitral, que ha durado varios meses y que ha sido impartido por Alejandro Martínez Flores, árbitro de División de Honor: «Ha sido una experiencia muy satisfactoria y muy gratificante. Cuando uno entra lo hace con dudas y creyéndose ciertos tópicos, pero de eso nada. La gente te acoge muy bien porque necesitan contacto con el exterior. Cualquier posibilidad de hacer algo diferente y aprender lo acogen con ilusión. El curso lo han hecho con más dedicación y esfuerzo que alguno de los aspirantes que hay fuera», asegura Alejandro.
Los presos que abandonen la cárcel y quieran seguir pitando sólo tendrán que reciclarse con un curso: «Somos la primera promoción de árbitros internos y la calidad ha sido altísima. Iniciativas de este tipo hacen que tu cuerpo esté aquí dentro, pero que tu mente esté fuera. Illera, con su trabajo, nos ha dado la posibilidad de disfrutar de esto», asegura José Francisco Peñalver, un interno que casi ha cumplido dos años en prisión por, según él, «circunstancias de la vida. Tengo cuarenta y un años y soy realista y no sé si algún día pitaré fuera. Lo que sí sé es que gente mucho más joven sí la tiene», asegura. A José Francisco arbitrar le realiza totalmente: «El día a día del interno es muy monótono y cambia muchísimo con estos cursos. Con el simple hecho de salir todos los martes a un aula específica tres o cuatro horas para dar un curso de árbitros es como si te abrieran las puertas del cielo. Si luego tienes tu diploma y te sientes orgulloso de lo que has hecho y la gente lo valora, ya es tremendo».
Manuel Benítez es más conocido en la cárcel como el 'Indio'. Su pasado está ligado al fútbol: «Llevo siete años pitando aquí y siempre me gustó ser árbitro porque he sido futbolista. La gente colabora, yo nunca he tenido problemas porque creo que los he sabido llevar. Soy un árbitro tranquilo y prefiero no ser muy tarjetero. Pitar es algo que rompe la rutina diaria y la gente se lo ha tomado en serio», comenta otro de los diecinueve internos que terminaron el curso y que recogieron su diploma en una gala previa al triangular. La Federación empuja con éstas iniciativas para que casi el 80% de los internos haga deporte: «Con este tipo de colaboraciones la Federación quiere mostrar su lado más humano. Con Sangonera tenemos una estrecha colaboración desde que Guillermo Miranda era director del centro. Aprovechando la apertura de la prisión de Campos del Río queremos ampliar nuestra oferta de actividades e incluir cursos de entrenadores que requieran una mayor duración», afirma Monje Carrillo. 
Noticia:http://www.laverdad.es/

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